Sede Canónica

La Iglesia Parroquial de Santa María del Alcor se asienta sobre un eremitorio franciscano, existente desde 1260, y cuyo edificio procedía de un morabito musulmán, la cual se construye desde 1470 hasta comienzos del siglo XVI.

Así, el edificio sufre constantes transformaciones, siendo las mayores las de 1640 debido a un gran incendio, en la segunda mitad del siglo XVIII, en 1837 sufre las consecuencias de la Desamortización de bienes eclesiásticos por parte del Estado, y en 1936 fue saqueada por el bando anticlerical dentro de la Guerra Civil española.

Su estilo pertenece al mudéjar hispalense, con planta de tres naves (la central el doble que las laterales) separadas por pilares cruciformes, sobre los que descansan arcos de medio punto con alfiz, y cabecera poligonal coronada con una cúpula renacentista; La cubierta, por su parte, se resuelve mediante artesonado muy simple.

En el interior, a los pies posee un coro bajo o sotocoro con una sillería rococó. En el presbiterio se alza el retablo mayor, que es neoclásico mediante tres calles con dos cuerpos cada una, sobre un enorme banco y coronado por una cornisa, presidido por la imagen de la Patrona de la villa, Santa María del Alcor, y el Lignum Crucis superior; a los lados del retablo destacan dos enormes lienzos con pinturas del siglo XVII de influencia veneciana, que representan a Santa Catalina y a San Francisco de Asís recibiendo los estigmas.

En el lado del evangelio destacan la Capilla del Cristo del Amor, construida sobre torre púnica de defensa, un retablo renacentista (presidido por San Judas Tadeo), la Sacristía, con una cajonería en madera tallada de principios del siglo XVIII, y la Capilla Sacramental, con un retablo neoclásico presidido por la imagen de la Virgen de los Dolores.

En el lado de la epístola aparecen el retablo renacentista de San José, la Capilla que alberga en hornacinas las imágenes de Ntro. Padre Jesús Cautivo y la Virgen de la Amargura, una Capilla con el Corazón de Jesús en un retablo neobarroco, y un retablo neoclásico que está presidido por la imagen de la Virgen del Carmen.